Este procedimiento es una alternativa prometedora en el abordaje de enfermedades visuales, especialmente con células pluripotentes inducidas.

Se habla de ceguera cuando la visión no puede ser corregida con lentes ópticos o de contacto, y puede abarcar la pérdida completa o parcial de la vista. En un amplio espectro, las personas con pérdida parcial tienen la capacidad de percibir la luz [1]. Sin embargo, va más allá: impacta de manera severa el comportamiento individual, las habilidades cognitivas, la integración interpersonal y social, puede provocar depresión, un aumento de caídas, incidentes y mortalidad.

En 2020, el número de personas con discapacidad visual alcanzó los 596 millones a nivel mundial. De ellos, 43 millones padecían de ceguera. Si bien estos trastornos pueden ocurrir a cualquier edad, son más comunes en mayores de 50 años. Cataratas (15,2 millones), glaucoma (3,6 millones), error refractivo no corregido (2,3 millones), degeneración macular asociada a la edad (1,8 millones) y retinopatía diabética (900 mil) son sus principales causas en este rango etario

 

Leer más

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *